miércoles, 9 de abril de 2014

Hacia un sistema energético de gas y viento

Hace poco escribí un artículo en el cual criticaba la posición de la Asociación Eólica Española, controlada por las grandes eléctricas, por su tímida posición a la hora de mostrar su desacuerdo con la reforma eléctrica. Muchos promotores insistían que esa reforma iba a ser su ruina, pero la asociación mantenía una posición poco beligerante, e incluso se iba saliendo de las diferentes plataformas que han surgido agrupando a productores afectados.

En aquel artículo insinuaba, por no decir que afirmaba abiertamente, que el nuevo sistema eléctrico español, controlado por las grandes eléctricas, apostaba claramente por un nuevo mix de eólica y ciclos combinados de gas. Y no ha pasado ni un mes desde aquella afirmación cuando las informaciones que me llegan, me lo confirman, y ambas desde ese invento que ha creado el Ministerio de Industria, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia

Por un lado, el 18 de marzo, salió publicado el "Informe marco sobre la demanda de energía eléctrica y gas natural y su cobertura, horizonte 2013-2017". En dicho informe, concretamente en la página 92, en la tabla 4.2.4 recoge las centrales de ciclo combinado de gas en proyecto en España. Una potencia proyectada de casi 7'5 GW, en un negocio en el que sorprendentemente en la actualidad sólo está en funcionamiento el 10% de la potencia ya instalada que asciende a 26 GW.

¿Por qué esa apuesta entonces por nuevas centrales de sobre todo tres empresas, ENDESA, Gas Natural e Iberdrola?

Y seguimos estudiando el informe y nos encontramos, en la página 95, en la tabla 4.2.9, las previsiones de instalación de fuentes renovables en España hasta 2017... cero patatero.

Pero vayamos a otro informe, el que bajo el largo título "Informe sobre la propuesta de orden por la que se aprueban los parámetros retributivos de las instalaciones tipo aplicables a determinadas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos y se establece la metodología de actualización de la retribución a la operación".

Estudiando este informe, viajamos a la página 85, donde aparece un análisis comparativo entre el anterior y el presente sistema retributivo, vemos que para parques eólicos anteriores a 2007 la prima cae una barbaridad, llegando a ser por encima del 80% ya para parques anteriores a 2005.

A estos parques eólicos les interesa renunciar al régimen especial y entrar a competir a precio de mercado. Y que estos parques, que suponen un 40% de la potencia total instalada en eólica en España, entren en invierno a competir en el pool eléctrico, obviamente provocarán un incremento del precio que se paga por la energía, precio que se complementará con el gas.

Porque ahora el precio, con poca demanda, lo marcarán los parques eólicos, haciendo de colchón para evitar una caída del precio de la energía, pero por el incremento de la potencia instalada de gas y la sustitución de otras fuentes por las centrales de ciclo combinado, el precio de la energía, con aumento de la demanda, aumentará considerablemente.

Y analizando un poco más los datos de esa tabla, vemos que en instalaciones posteriores a 2007 la retribución aumenta respecto a la actual. Cualquier malpensado, o cualquier economista se daría cuenta que se trata de acelerar las amortizaciones de esos parques eólicos.

¿Y quien paga el pato? La fotovoltaica, que se le recorta más de un 20%, pero que no puede jugar con el pool, y sobre todo la hidroeléctrica, que desaparece de las primas, aparte de otras tecnologías como residuos, que van a dejar el campo llenos de purines por la desaparición de las plantas de valorización energética.


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