miércoles, 11 de diciembre de 2013

El escenario eléctrico de estos días es el que están legislando para el futuro: inestabilidad de precios por la apuesta por el gas.

El profundo desconocimiento que está demostrando el Ministro de Industria José Manuel Soria y su gurú el Secretario de Estado para la Energía, Alberto Nadal, sobre el sistema eléctrico español está creando una precariedad e inestabilidad del sistema que empieza a asustar.

Se están dejando conducir de manos de las sacrosantas leyes de mercado, y nos estamos encontrando con un problema importante, que está demostrando que su apuesta por el gas es total y absolutamente errónea. Por la puerta de atrás del sistema eléctrico se ha apostado por el gas a través de ciclos combinados que cualquier lehendakari que se preciara en toda comunidad autónoma de bien inauguraba al menos un par de ellos en su legislatura.

Y nos hemos encontrado con que más de una cuarta parte de la potencia eléctrica instalada en España son esos ciclos combinados, centrales que han proliferado como setas y fuera de la política energética marcada por el gobierno en estos últimos 10 años. Desde 2003 hasta 2013 se han instalado en la piel de toro la friolera o calontera, según se mire, de 26 GW de potencia en este tipo de centrales, sobre un total en la actualidad de 100 GW de potencia instalada en España, para cubrir puntas de 50 GW, o sea, la mitad.

Las eléctricas nos han vendido las bondades de esos ciclos combinados, hablando de una energía limpia (bendito nombre el de gas natural, el más comercial que le podrían haber encontrado a ese tipo de gas) y nos han engañado con la amenaza de "qué pasará en invierno cuando haga frío y necesitemos energía eléctrica para calentarnos" ignorando que nos calentamos con ese mismo gas natural, o GLP (el famoso propano de los pueblos no es gas natural) y no con electricidad procedentes de ciclos combinados.

Las eléctricas se la colaron al ministerio entre febrero y julio para preparar una reforma eléctrica errónea, demonizando a las renovables, colándonos aquello de que éstas eran las culpables del déficit de tarifa, bajando el precio del mercado eléctrico (llegó a estar a menos de 20€/MW·h) a base de utilizar nuclear e hidroeléctrica y aprovechando que había viento, "hecho excepcional en invierno" para acusar a ese viento de aumentar ese maldito déficit, pero obviando que el culpable de ese problema había sido el RDL 2/2013 que varió las retribuciones a percibir la eólica, de manera que del sistema salieron por aquel error legislativo más de 1.000 millones de euros hacía la eólica, que engrosaron el déficit de tarifa mientras caía el precio de la energía.

Y ahora estamos en el escenario contrario. Situación anticiclónica e invernal, en la que la eólica y la fotovoltaica apenas aportan al sistema, con la mitad del parque nuclear parado por "motivos técnicos", sin agua en los embalses y tirando de los sacrosantos ciclos combinados. Pues en este escenario se han llegado a alcanzar precios cercanos a los 100 €/MW·h (93'11 €/MW·h el 8 de diciembre) lo cual ha disparado el precio de la energía, y por tanto, el déficit de tarifa, esta vez por el gas, lo cual demuestra que la apuesta por esta tecnología trae consigo inestabilidad de precio, y sobre todo, una alta carestía del KW·h.

Es importante señalar que esta situación actual es simplemente una proyección de la apuesta a futuro del gobierno, o sea, una sustitución paulatina de la energía nuclear por gas, y este es un escenario similar al que se producirá a partir de 2020 (dentro de 7 años) cuando empiecen a expirar las licencias de las centrales nucleares, lo que demuestra que las decisiones que se han tomado son erróneas, provocadas más que nada por la penetración de los intereses gasísticos y petroleros en el capital social de las eléctricas (Qatar en Iberdrola, por ejemplo).

Ahora bien, ¿se podía haber evitado esta situación? Pues sí, pero hay que hacer una lectura muy profunda del sistema eléctrico. Lo primero, hay que saber que debido a lo que se denomina "Costes de Transición a la Competencia", legislado mediante el RD 1538/87, se estableció un marco amortización de instalaciones al que se acogieron las grandes eléctricas, y mediante ese marco se determinó que en 2005 todas las centrales de producción de energía anteriores a 1987 ya estaban amortizadas, lo cual supone un parque de potencia muy importante, que comprende todas las nucleares, todas las centrales de carbón y gran parte de la hidroeléctrica de este país, o sea, la base energética. Por tanto, a partir de ese año, 2005, las centrales de carbón, nucleares o hidroeléctricas de gran potencia solo podrían justificar costes derivados de operación y mantenimiento, muy inferiores obviamente a las de ciclo combinado, que aparte de tener unos costes de operación muy altos por el precio del gas, hay que sumarles los costes de amortización de instalaciones.

¿Y qué se ha hecho en el sistema? Pues se ha producido una situación de substitución paulatina de las centrales térmicas de carbón, amortizadas y de un coste barato de operación, aunque alto en mantenimiento, por centrales de gas, centrales que supondrán la base energética del futuro cuando cierre la nuclear. Es por ello que ahora tenemos una energía tan cara, y que nadie dice, por tener el carbón parado, ya que al parecer cuando alguien habla del carbón aparecen los demonios de la contaminación, demonios que se apaciguan al parecer con la nuclear, de la que tenemos asumidos sus riesgos, y del gas, que como es natural, no contamina, a pesar de emitir grandes cantidades de CO2 (efecto invernadero), CH4 (capa de ozono) y NOx (lluvia ácida)

¿Se puede revertir esta situación? Sí, volvien
do al carbón como base, aumentando la potencia renovable, sobre todo fotovoltaica que es la que más sustituye al gas, disminuyendo la potencia en gas y realizando una modificación sistemática de lo denominado "mercado liberalizado" otorgando a las centrales ya amortizadas por los CTC una "rentabilidad razonable" esa misma que se pretende imponer a las renovables, de manera que las diferencias en el pool no vayan a engordar los escandalosos beneficios de las eléctricas sino a tapar el vergonzoso agujero del déficit de tarifa.

Pincha aquí para entrar en el foro de debate del tema

Accede a mis libros pinchando este enlace, cuya venta mantiene este blog, Por un puñado de polvosLa muerte de Adam y Crimen Perfecto

Post anteriormente publicados

¿Cómo se puede reducir la potencia contratada en una empresa?

Mentiras del responsable del Ente Vasco de la Energía respecto al fracking en la radio en directo

¿Por qué el gobierno se empeña en hacer estas reformas de tan dudosa aplicación?

Sigue al usuario de twitter @txikiteros
O dale me gusta en Facebook
Y si te ha gustado, menéame

No hay comentarios:

Publicar un comentario