viernes, 15 de julio de 2016

La izquierda necesita renovar su discurso frente al islamismo

Ayer hubo un nuevo ataque terrorista en Francia. Un individuo con un camión se lanza contra la multitud que contempla los fuegos artificiales del 14 de julio y mata a 84 personas, dejando heridas a otras 60. El individuo es abatido por la policía. Se trata de un francés de origen tunecino.

Y esta mañana en la radio, el típico debate sobre el asunto, y uno del bando de la izquierda, con sus pruebas y buen criterio, hablaba del último atentado de Bagdad, con centenares de muertos, y que a Rajoy se le había olvidado mencionar en su alocución de condena.

También justificó este ataque como reacción a la invasión de Irak y al bombardeo de ciudades en Siria. En definitiva, enarboló el discurso oficial de la izquierda, advirtiendo además que esto puede dar lugar al auge de la extrema derecha y que en Francia se está alimentando al Frente Nacional, que es el verdadero enemigo.

Pues bien. La izquierda se equivoca. El islamismo pretende precisamente eso, el enfrentamiento entre nosotros. Y la gente ve sus propias realidades, y alimenta el enfrentamiento. A la gente normal no le importa lo que ha pasado en Bagdad, no afecta a su seguridad. Llevamos desde críos con atentados en el Líbano. Son simplemente estadísticas. Pero en cambio, sí siente miedo e inseguridad con un atentado en Francia, o en Madrid.

Y la izquierda no está sabiendo canalizar ese miedo. Somos laicos e incluso alticatólicos. ¿Por qué no antiislámicos? A mi no me parece bien el "son sus costumbres y hay que respetarlas" cuando veo que la mujer es sometida y encerrada en casa o bajo un velo, o cuando exigen que se respete el Ramadán en el puesto de trabajo, o cuando anteponen su religión al bienestar social del resto de los habitantes, y sobre todo, de los que estábamos antes.

No podemos justificar estos atentados con las guerras de Irak o Siria. Si te sientas a pensarlo, en Irak, Libia, Túnez o Siria ha habido paz mientras gobernaban sátrapas y dictadores. El islam radical sólo se ha contenido de esa manera. En el momento en el que fue derribado el régimen militar en Egipto, se lio parda, y sólo otra dictadura ha puesto las cosas en orden.

El discurso de la izquierda peca de falta de empatía y hace aguas en el aspecto internacional del problema. Hay que actualizarlo y queramos o no, hay que enfrentarse al islam, e integrar. Los errores que cometió Francia con los argelinos y tunecinos hace 30 años los estamos repitiendo aquí. Sabemos cual es el problema, y hay que prevenirlo.

El problema no es el Daesh, es la politización del islam en Europa. Ha dejado de ser una religión para convertirse en un aglutinante integrador y canalizador de descontendos. Y ese descontento lo pagan con nosotros de forma brutal.

Y para acabar. La gente se está empezando a cansar de hacer 3 horas de cola en la frontera con Francia por el estado de excepción, de la limitación de la libertad por el tema del terrorismo, de la pérdida de empleos en el sector turístico por la sensación de inseguridad. Está empezando a focalizar el problema y no se quiere sacrificar por un grupo religioso ajeno y que no se quiere integrar en la sociedad.

Como conclusión, o se cambia la mentalidad de la izquierda o acabaremos a hostias entre nosotros mientras los terroristas miran el espectáculo comiendo palomitas. O se renueva el discurso, o nos comen la tostada.



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