lunes, 26 de mayo de 2014

El infierno postapocalípitico tras las elecciones europeas

Les ha salido el tiro por la culata. El llamamiento velado a la abstención por parte del partido del gobierno parece que sólo ha calado entre sus electores. Ha perdido 2.600.000 votos. 900.000 de ellos se han ido a sus marcas blancas, UPyD y Ciudadanos, pero 1.700.000 de sus votantes se han quedado en casa.

El voto del PP es muy fiel, es algo que afianzó en su día Aznar, quemando sus barcos, criminalizando a todo aquel que no era como ellos, algo que aún se puede ver como residuo intelectual en los medios de la derecha y aislándose de manera que quien vota PP no tiene una alternativa con la que castigarle.

Y el PP ha afianzado su discurso en tres pilares básicos. Un nacionalismo español acomplejado y a veces irritante. Un "saber hacer" en la economía (sigo sin comprender de donde le viene esa fama) y una tradición católica ortodoxa que ya no cuadra ni con el discurso oficial actual del Vaticano. Si te sentías liberal, español o católico, sólo tenías una opción, el PP.

Pero tras dos años y medio en el poder, no ha sabido responder al desafío catalán, y una garrapata política como es UPyD ha sabido posicionarse en ese discurso. Y en Cataluña, fuente del problema, su espectro político se lo está comiendo Ciudadanos.

El intentar volver a ser la reserva espiritual de Europa tampoco está atrayendo muchas simpatías. La reforma del aborto, la religión en las aulas y los ministros meapilas como la Fátima Báñez y Fernández Díaz le han lastrado mucho. 

Y su fuerte, las políticas neoliberales, no han traído riqueza, sino más bien lo contrario. La gente no olvida el batacazo que tuvimos con el PSOE en el poder, pero tampoco perdona el enquistamiento de la situación con el PP, en una época en la que el único beneficiado ha sido el gran capital con precariedad en el empleo y ayudas a la banca.

El PP está despertando de su sueño en el que no tenía rival y su electorado era fiel. El PP se ha dado un batacazo electoral enorme. Ha perdido el 40% de sus votantes, y no saben donde están. Así como el PSOE, un partido en clara descomposición, desprende un olor que ha espantado a los suyos hacia una izquierda polarizada, el PP los ha perdido, quizá para siempre.

Ahora nos queda apenas un año y medio para las próximas elecciones generales. Un año y medio en el cual vamos a asistir al apocalipsis según San Mariano y sus discípulos. Se nos va a hablar de sus cuatro jinetes:

1) La destrucción de España. Cataluña plantea su referendum por la autodeterminación para noviembre. Las presiones de EH Bildu soplando a la nuca del PNV con un PSOE y un PP en franca regresión en Euskadi van a acentuar el planteamiento independentista en esta comunidad. El jinete de la disgregación nacional cabalga de nuevo. Además, hay que darle un micrófono a Iturgaiz, que el pobre iba como número 17 en la lista del PP y se ha quedado sin escaño.

2) La destrucción de Europa. El auge de los movimientos antieuropeos va a ser enarbolado como una de las puertas del infierno. La salvación de Europa pasa por los dos grandes, con el PP a la cabeza. Al resto de los partidos se les va a asimilar como ultraderecha. El clima prebélico anterior a la segunda guerra mundial va a volver, con miles de documentales sobre los horrores de dicho conflicto.

3) La economía. Sin el PP España va camino de la ruina total. Volverán a agitar la bandera de la prima de riesgo, del crecimiento económico, de la "tímida" recuperación. Si ya nos han advertido de cómo sería una Cataluña fuera del euro, nos vamos a hartar de escuchar de lo que representaría para España salir de Europa.

4) La ingobernabilidad. Nos apelarán al voto útil para poder vencer al jinete de la polaridad del parlamento, un parlamento ingobernable por no haber un gobierno claro. Nos hablarán de Grecia y de Italia, y de los gobiernos de tecnócratas que han tenido y de su responsabilidad en el hundimiento de sus economías.

Pero como siempre, el apocalipsis tiene sus razones. Los jinetes no vienen solos, y además sabemos que tan sólo son una amenaza, un intentar meternos miedo para mantenerse en el poder, el susto que nos pretende dar Dios para que sigamos siendo fieles a sus mandamientos y no dudemos de su infalibilidad. Pero cada jinete tiene su realidad:

1) Contraponer un nacionalismo español excluyente al nacionalismo vasco y catalán dará votos en Madrid, pero en Cataluña y Euskadi lo único que consiguen es afianzar las posiciones independentistas por negar su identidad.

2) La troyka ha hecho mucho más daño que bien en el sur de Europa. No nos creemos la postura de papá severo que ejerce Alemania y preferimos independizarnos, seguir nuestro camino. Sabemos lo que ha pasado en otros países como Grecia, Chipre o Portugal, y no queremos que nos ocurra lo mismo.

3) Hay 6 millones de parados. Hemos perdido muchísimo poder adquisitivo y se ha polarizado la riqueza. La educación, la sanidad y las pensiones se han precarizado. No queremos esta economía. Y mucho menos la economía de unos partidos políticos corruptos hasta las cejas, cuyo hediondo olor apesta a toda una sociedad.

4) No queremos otra mayoría absoluta que nos imponga políticas que no compartimos. En la anterior etapa del PP nos metieron en una guerra por los santos cojones de su líder supremo, y ahora estamos comulgando con piedras de molino no solo en economía y derechos laborales, sino en derechos sociales con la amenaza de la ley mordaza, educación o aborto.

Es el principio del fin de la casta. Desde aquí quiero felicitar a Podemos no sólo por haber logrado crear una esperanza ciudadana, sino también por el gran potencial que demuestra tener. Tiene pescados unos 200.000 votos adicionales procedentes del resto de los partidos denominados ciudadanos que no han sabido cuajar su discurso. Tiene a Izquierda Amalgama a tiro, a la que puede robar otros tantos votos. El señor Pablo Iglesias se ha convertido en una esperanza para centenares de miles de ciudadanos.

A pesar de lo que algún sesudo analista político de la casta pueda suponer, estos movimientos ciudadanos son sólidos. En Italia, por ejemplo, el movimiento 5 estrellas ha conseguido convertirse en la segunda fuerza política con el 25% de los votos. Si Pablo Iglesias consigue durante este año que queda hasta las elecciones tres premisas importantes, se puede convertir en una alternativa a la casta:

1) Descentralizar su discurso. Presentar a nueva gente, al margen de su líder, convirtiendo el discurso de Iglesias en un discurso ciudadano, de los ciudadanos y para los ciudadanos.

2) Amarrar los movimientos ciudadanos no desde una izquierda trasnochada, algo que ya intentó IU, sino desde una izquierda realista y que sea capaz de potenciar
los mecanismos del estado hacia la distribución de la riqueza y regulación de los mercados especulativos como la banca, la energía o las telecomunicaciones.

3) Sabiendo pactar con los nacionalistas. Gran parte del descontento en las comunidades más nacionalistas se ha derivado hacia el independentismo más radical. Ahí puede recoger votos, si es capaz de crear una alternativa integradora al nacionalismo español excluyente que plantea el PP.

El auge de los movimientos ciudadanos y el fin de la casta lo anuncié en el libro de reciente publicación "El sueño español", que se puede conseguir siguiendo el enlace.

La realidad del bipartidismo en Europa es que está herido de muerte. Sólo se mantienen en los países ricos. En los países que se consideraban ricos pero que están sufriendo la crisis europea, como Francia o Inglaterra, la alternativa viene desde la ultraderecha. En los países del sur, los que más están sufriendo la crisis, la alternativa viene desde la izquierda, ya sea radical como en Grecia, ya sea más ciudadana como en Italia o España.

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5 comentarios:

  1. El voto de Podemos en Cataluña es un voto de la Cup.

    Según Podemos:

    Punto 5. (http://www.eldiario.es/europeas_2014/propuestas-Podemos_0_264224070.html)

    5.-Extensión de las iniciativas legislativas populares y presupuestos participativos en la UE

    Todas las decisiones sobre la forma del Estado deberán someterse a referendum, así como las relaciones entre pueblos si se pide el derecho de autodeterminación. Limitación a las grandes empresas de la adjudicación de la gestión y ejecución de políticas públicas para priorizar la economía social y solidaria.

    El voto a Podemos es un voto en pro del derecho de decidir. Un intento de Podemos en intentar pactar con los nacionalistas, para una opción "integradora" haría perder el soporte a Podemos, al menos en Cataluña.

    Para convertirse en un alternativa, simplemente tiene que cumplir los puntos que se describen en la notícia citada y también apoyar el referendum y el derecho a la auodfeterminación.

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    1. Pablo Iglesias tendrá que decidir si seguir siendo fiel a los principios de la creación de dicho partido y a sus propuestas electorales, o que surgan contradicciones en su intento de hacer política (cosa que él ya advirtió que en el mundo de la política ocurre. Contradicciones que no gustarán a todos los votantes actuales y posibles votantes de Podemos.

      Si Podemos y sus líderes siguen fiel a su principio de una búsqueda de una democracia más participativa, se autoconstruirá como verdadera alternativa. Una época en la que los movimientos nacionalistas periféricos se desoyen, las desigualdades sociales aumentan (1 de cada 4 españoles son pobres) y los derechos sociales (algunos políticos y ciudadanos los consideran servicios) disminuyen, hoy más que nunca la mayoría de españoles se siente o se sentirá identificado con Podemos. Porque por mucho que Pablo Iglesias se defina como "rojo", el discurso de Podemos NO es un discurso comunista o de extrema izquierda, es un discurso que refleja la realidad social, económica y política de la mayoría de ciudadanos y de sus necesidades.


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  3. Les queda la baza del miedo, que siempre han jugado: se rompe España, la izquierda destruirá España, la recuperación que hemos iniciado estará en peligro (¿qué recuperación?), los bolcheviques os quemarán en las iglesias, los rojos secuestrarán y se comerán a vuestras hijas, el caos imperará en España si no vais a misa,...

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  4. Podemos ya está muy descentralizado, de hecho las 2 provincias donde ha recibido más % de votos ha sido en Asturias y Las Palmas... espectacular su resultado en Las Palmas de Gran Canaria..un 16% a solo 4 puntos del Psoe.

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